jueves, 12 de diciembre de 2019

Ciencia y tecnología, pilares del desarrollo soberano y la equidad social


Ciencia y tecnología, pilares del desarrollo soberano y la equidad social

Por Roberto Salvarezza

Nuestra gestión al frente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación tiene como objetivo promover las capacidades de creación y transferencia del conocimiento que posee nuestro país para contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa.

Para ello debemos lograr una adecuada articulación de todos los actores del sistema, promover la federalización de los recursos dedicados a esta tarea, y potenciar la transferencia científica, tecnológica y la innovación productiva, social y ambiental.

Para lograr la integración del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación creemos fundamental poner en marcha el Gabinete Científico Tecnológico como un espacio que identifique las necesidades de investigación y desarrollo en torno a las prioridades que fije el Estado Nacional en sus diferentes áreas y que coordine sus acciones.

Para avanzar en la federalización vamos a fortalecer el lugar del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología con el objetivo de promover el desarrollo armónico de las capacidades científicas y tecnológicas en todas las regiones del país.

Necesitamos multiplicar nuestra capacidad de transferencia de conocimiento.

Para ello vamos a promover nuevos canales a nivel nacional, regional, provincial y municipal que nos permitan determinar las demandas reales de nuestra sociedad.

Vamos a trabajar para fortalecer las capacidades productivas de nuestras empresas y cooperativas a través de la tecnología y la innovación.

Pero también pondremos énfasis en aportar conocimiento en áreas de alto impacto social como salud, medio ambiente y educación.

Estas acciones se realizarán en el marco del continuo fortalecimiento de nuestras capacidades para realizar ciencia de calidad, manteniendo el merecido prestigio que posee nuestro país en el contexto internacional.

El trabajo conjunto con las universidades es fundamental para la formación de científicas/os, técnicas/os altamente calificadas/os.

Estas medidas de mediano y largo plazo deben ser complementadas con medidas urgentes que permitan atender la situación actual de emergencia que vive la ciencia tras cuatro años de abandono.

Debemos incrementar el número ingresos de investigadores/as en nuestros organismos de ciencia, en particular en el CONICET, aumentar los montos de las becas, hoy debajo de la línea de pobreza, mejorar las condiciones laborales del personal, recomponer los montos de subsidios para investigación y aumentar los recursos para el funcionamiento de centros e institutos. Tenemos que garantizar el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica para restablecer las líneas de financiamiento hoy suspendidas y de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales para la continuidad y ejecución de proyectos estratégicos en el área espacial.

Entendemos la recuperación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación como un primer paso que debe complementarse con acciones que garanticen que ningún científico y que ni ninguna científica se tenga que ir del país.

Con ciencia, tecnología e innovación vamos a recuperar el futuro para la Argentina.

casarosada


lunes, 18 de noviembre de 2019

El sistema cientifico esta organizado bajo un modelo androcentrico


Vanesa Vázquez Laba, investigadora de CONICET y responsable de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría Académica de la UNSAM.

Así lo afirmó la doctora en ciencias sociales Vanesa Vázquez Laba, investigadora del CONICET y responsable de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría Académica de la UNSAM,  en el seminario “Desigualdades y violencia de género en el sistema científico y universitario” que dictó en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires del CONICET que funciona en el Instituto Leloir.

La investigadora asesora a instituciones sobre cómo actuar en casos de discriminación por razones de género y/o violencia de género.

En el ámbito de la ciencia, como en todas las esferas de la sociedad, hay mujeres que sufren distintos tipos de violencia: simbólica, económica, psicológica, física y sexual. 

Así lo recuerda la socióloga y doctora en ciencias sociales Vanesa Vázquez Laba, investigadora del CONICET en el Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la UNSAM.

“La ciencia y los científicos suelen pensar que su práctica y sus disciplinas son neutrales a las cuestiones de género.

Sin embargo, lo que sabemos desde la teoría feminista es que las relaciones académicas y científicas también son relaciones de poder y el género juega un papel fundamental en ese vínculo”, señaló Vázquez Laba.

“Otro claro ejemplo es el ocultamiento de la contribución de las mujeres en descubrimientos científicos fundamentales en la historia.

Y la invisibilización de la violencia de género en los espacios de trabajo científico y académico, que también se esconde bajo el velo de la neutralidad científica”, añadió.

En la UNSAM, Vázquez Laba y un equipo interdisciplinario de investigadoras estudia las desigualdades y la violencia de género a nivel social y también dentro del campus.

Y en 2015 pusieron en marcha un protocolo, que es pionero en el país, para la actuación en situaciones de discriminación por razones de género y/o violencia de género en la UNSAM, cuyos resultados positivos han despertado interés a lo largo del país.

“Asesoramos a varias instituciones para la elaboración o implementación de sus propios protocolos”, indicó Vázquez Laba.

El protocolo se basa en instrumentos de carácter normativo en los cuales se establece el procedimiento a seguir para garantizar el tratamiento óptimo de los casos de violencia de género.

También implementan medidas de prevención, de protección, de investigación y de esclarecimiento de los hechos.

Según el caso, se adoptan medidas pedagógicas, de sensibilización, de sanción, de suspensión, juicios académicos y otras acciones.

Mediante una encuesta que realizaron en 2016 en la UNSAM, las investigadoras del IDAES constataron que la violencia más recurrente en el espacio universitario es la simbólica.


Vanesa Vázquez Laba (izq.), investigadora de CONICET y responsable de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la Secretaría Académica de la UNSAM, y Andrea Gamarnik, directora del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA) 
del CONICET que funciona en la Fundación Instituto Leloir

Los comentarios sexistas y discriminadores, sobre todo por estudiantes varones, son un problema central de la vida universitaria y de la experiencia en las aulas”, indicó Vázquez Laba, quien también integra la Comisión Interdisciplinaria del Observatorio de Violencia Laboral del CONICET.

Sin embargo, las investigadoras comprobaron que no todas las consultas que se hacen en la Consejería en Violencia de Género de la universidad terminan en denuncia.

“Muchas de las personas afectadas en una situación de este orden suelen solicitar que los casos sean abordados a través de otras medidas que no impliquen sanciones, como, por ejemplo, una llamada de atención y/o capacitaciones.

Estas medidas son de carácter preventivo y apuntan al trabajo pedagógico para mejorar los vínculos entre las personas”, afirmó Vázquez Laba.

Por otro lado, la investigadora destacó que el protocolo de la UNSAM ha logrado un afianzamiento de la relación con los claustros de la universidad, en especial con las estudiantes que suelen recurrir a la Dirección para realizar sus consultas.

“Esto significa que pueden canalizar a través de la institución la situación que atraviesan”, concluyó.

En la Fundación Instituto Leloir (FIL) y en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA) del CONICET que funciona en la FIL, “estamos trabajando para concientizar y sensibilizar a sus miembros sobre la problemática de género.

El objetivo es prevenir conflictos y contribuir a un buen clima laboral en el que prevalezcan el respeto, la tolerancia y la cooperación entre los integrantes de los grupos de investigación”, afirmó Andrea Gamarnik, directora del IIBBA.

Y agregó: “Para esto comenzamos a realizar distintas  actividades coordinadas por becarios e investigadores, como el seminario de Vanesa, quien nos trasmitió su experiencia como estudiosa del tema.

En este momento estamos elaborando un protocolo interno para prevenir todo tipo de violencias.

Cuando se empieza a caminar este sendero de concientización, no hay vuelta atrás”.

Agencia CyTA-Fundación Leloir